jueves, 17 de marzo de 2011

Oye, que llegaré un poco más tarde...

Entre la peatonalización de muchas calles (sobre todo en ese maravilloso centro que muchos se empeñan en estropear), la creación del carril bici (nada que objetar aquí) y la doble fila, Sevilla es poco menos que una auténtica trampa para aquellos osados que siguen utilizando el coche como transporte.


Todo este problema se multiplica por tres cuando se contempla cómo los parkings públicos siguen cobrando más de la cuenta. Vamos, lo que se viene llamando la persecución del automóvil en Sevilla.

Con poco más de 700.000 habitantes en la capital, Sevilla es la tercera ciudad española con más atascos. Y eso que no es la tercera ciudad de España con más vehículos matriculados (y menos ahora, cuando las ventas de coches en nuestro país registran números de hace 20 años).

Un 15% de las calles de la capital hispalense sufren atascos a lo largo de cada día. Resultado, a nuestro juicio, de haber solucionado el problema del tráfico en el centro de la ciudad sin pensar en el problemón que se creaba por la periferia del casco antiguo.



Porque los coches no desaparecen de Sevilla, simplemente han sido desplazados, aumentando el problema de los atascos, el cual ya existía.

Según un estudio elaborado por Tom Tom Sevilla es la peor ciudad de España en relación número de habitantes y tráfico de vehículos a motor por la ciudad.

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