Desde Sevilla Denuncia hacemos un paréntesis en cuanto a demandas materiales se refiere en relación cosas concretas que Sevilla puede y debe mejorar, y nos atrevemos a resumir escuetamente varios consejos básicos para dignificar un poco más la Semana Santa de nuestra ciudad.
Con permiso de los capillitas y del amor propio de todos los sevillanos, desde Sevilla Denuncia nos gustaría incidir sobre todo en el comportamiento de la gente en esta Semana Grande.
Partiendo de que la educación es la base de todo comportamiento humano y de que ésta brilla por su ausencia cada vez más en la sociedad por diferentes motivos, en una congregación tan multitudinaria como la Semana Santa de Sevilla las faltas de respeto, el egoismo, la intolerancia y el 'vale todo' se adueña de la ciudad en el peor momento.
Para empezar, nos gustaría recordar que la estación de penitencia de las distintas hermandades NO es una cabalgata jolgórica. Esto valdría para muchísimos miembros de los distintos cortejos de las cofradías y, sobre todo, para muchos de los espectadores que se agolpan en las calles para contemplar a las hermandades.
El hecho de que haya hermandades 'serias' y 'no serias' ya es un error de concepto. Pero muchos se pasan las normas de cada hermandad por el forro.
Pero es ya problema de cada hermandad en concreto, sobre todo a la hora de mantener la cordura durante la estación de penitencia. En especial las de largo recorrido de La Madrugá. En este punto, el hecho de que un gran porcentaje de nazarenos realice la estación de penitencia sin nigún tipo de creencia religiosa, influye bastante.
Volviendo al público, todo aquel que sale de su casa dispuesto a ver las cofradías debe meterse en el bolsillo una megadosis de paciencia. Introducirse en una bulla implica tener que soportar el cansancio, empujones, calor, a veces incienso al por mayor y, si te toca, una fila interminable de personas queriendo pasar entre la multitud justo por donde estás.
En estos casos es cuando se producen incluso peleas. "Por aquí no pasa nadie más, estoy harto". ¿Cuántas veces hemos escuchado esto en las bullas? ¿Cuántas veces hemos pensado decir esto cuando nos toca a nosotros? Paciencia, calma y comprensión. Porque dentro de un par de horas, a lo mejor, somo nosotros los que queremos cruzar al otro lado y tenemos que pedir permiso para pasar.
El respeto al nazareno es otra de las faltas más graves y más repetidas. Sin incidir en casos extremos como aquella Madrugá en la que se organizó la que se organizó o la brutal paliza que recibió un celador de La Esperanza de Triana hace unos años por decirle a un grupo de jóvenes que dejara de molestar a los nazarenos, las faltas de respeto a los cortejos son variadas y más que frecuentes.
Desde el graciosillo que delante de la novia apaga el cirio del nazareno que tiene delante, hasta la que empuja al penitente para poder meter el carrito en el que lleva a su hijo. Porque, por si nadie lo había notado, hay gente que mete en las bullas a sus hijos en sus respectivos carritos... En fin.
¿Y qué decir de las sillas pelgables? ¿Y desde este año de los paragüitas quitasoles? El furor de las sillas de los chinos no ha pasado. Y ahí está otra magnífica ocasión para mostrar que mi intolerancia es mayor que la tuya. Porque hay auténticas barricadas que sortear si quieres seguir tu camino. Y como se te ocurra decirle a alguien que se levante un momento para pasar...prepárate para lo peor. Puede pasar cualquier cosa, porque ya sabemos que "yo no me voy a quitar para que tú pases, búscate otro camino...".
Volviendo al tema de las hermandades 'serias' y 'no serias', ¿por qué cuando pasa el Gran Poder el público se calla solemnemente y si es el misterio de la Esperanza de Triana se puede incluso chillar? Las figuras que van en el paso, en ambos casos, representan lo mismo. Ambas hermandades está haciendo lo mismo (una estación de penitencia). Pero la gente no lo respeta igual.
A todo ello ayudan las propias hermandades. Desde llevar a sus imágenes con movimientos cada vez más extraños de sus costaleros buscando los aplausos de un público entregado al folklore, hasta mostrar una dejadez supina a la hora de intentar mantener un orden del cortejo, un respeto al significado de la expresión Estación de Penitencia y una seriedad propia de lo que se está intentando representar: la Pasión de Cristo.
Porque eso del sacrificio no va con la mayoría de la gente: nazarenos hablando por el móvil mientras van en la cofradía, con el antifaz quitado ("es que tengo calor..."), en el bar de la esquina cubata o churro en mano, hablando por los codos con la novia, etc....
Desde Sevilla Denuncia sabemos que es muy complicado cambiar todo esto. A veces por problemas enquistados en la sociedad, sea cual sea la ciudad. A veces por la idosincrasia propia de Sevilla, tan hermosa e inigualable a veces, pero tan dada a aparentar, al folklore y al cachondeo (aunque la fiesta propia para el cachondeo sea dos semanas después de la Semana Santa) en otras tantas ocasiones.
Poniendo sólo un poco de parte de cada uno se puede con todo esto.
Si cada nazareno se toma en serio su estación de penitencia.
Si cada persona que está esperando en la calle a ver una cofradía respeta a la misma y al resto de personas que tiene alrededor.
Si cada hermandad pone las medidas necesarias para mantener una mímina seriedad en sus cortejos.
Si al que no le gusta la Semana Santa respeta a los que sí le gustan y hace un pequeño sacrificio durante ocho días.
Y si los que de verdad aman a la Semana Santa de Sevilla evitan su afolkloramiento empedernido y empiezan ellos mismos por respetarla...
Todos podremos presumir de una Fiesta en condiciones. Hecha con seriedad, respeto y sentido.
lunes, 18 de abril de 2011
martes, 5 de abril de 2011
Aquí mismo
No hacía falta que Charo García nos mandara esta fotografía tomada desde el Puente de El Cachorro para darnos cuenta de uno de los problemas que tiene Sevilla en la actualidad:
Se trata de uno de los cientos de campamentos de inmigrantes rumanos que existen en la ciudad.
No vamos a entrar aquí se se trata de inmigrantes regulares o irregulares. Pero sí en los problemas que crean debido a la falta de medios de que disponen y a su nula capacidad para integrarse correctamente en una civilización más o menos ordenada.
Al margen de suciedad (todo tipo de actividades insalubres y poco decorosas) e inseguridad, sus asentamientos ilegales suelen estar ubicados en zonas verdes, por lo que, para empezar crean un problema medioambiental de narices.
Triana es uno de los barrios más afectados por los asentamientos rumanos. No es difícil transitar por sus calles y toparse con personas de mal aspecto con sus carritos de supermercado repletos de trastos encontrados en los contenedores. Además de poner en peligro sus propias vidas, pues circulan por mitad de las calzadas y cruzan por donde quieren sin respetar las señales que regulan el tráfico, constituyen un foco de peligro según qué cosas hagan. Por ejemplo: encender fuego en sus asentamientos campestres, máxime ahora que estamos próximos a empezar la época del año de más riesgo de incendios.
Ni que decir tiene que las distintas asociaciones de vecinos de los barrios más afectados por este problema han hecho todo lo que está en sus manos para denunciarlo al Ayuntamiento de Sevilla. Salvo casos muy contados y efectuados de cara a la galería, nadie ha atendido a sus demandas.
De nada sirve.
Desde Sevilla Denuncia haremos una vez más todo lo posible para exigir a las autoridades competentes la solución de un problema que genera muchos otros de gran envergadura.
Se trata de uno de los cientos de campamentos de inmigrantes rumanos que existen en la ciudad.
No vamos a entrar aquí se se trata de inmigrantes regulares o irregulares. Pero sí en los problemas que crean debido a la falta de medios de que disponen y a su nula capacidad para integrarse correctamente en una civilización más o menos ordenada.
Al margen de suciedad (todo tipo de actividades insalubres y poco decorosas) e inseguridad, sus asentamientos ilegales suelen estar ubicados en zonas verdes, por lo que, para empezar crean un problema medioambiental de narices.
Triana es uno de los barrios más afectados por los asentamientos rumanos. No es difícil transitar por sus calles y toparse con personas de mal aspecto con sus carritos de supermercado repletos de trastos encontrados en los contenedores. Además de poner en peligro sus propias vidas, pues circulan por mitad de las calzadas y cruzan por donde quieren sin respetar las señales que regulan el tráfico, constituyen un foco de peligro según qué cosas hagan. Por ejemplo: encender fuego en sus asentamientos campestres, máxime ahora que estamos próximos a empezar la época del año de más riesgo de incendios.
Ni que decir tiene que las distintas asociaciones de vecinos de los barrios más afectados por este problema han hecho todo lo que está en sus manos para denunciarlo al Ayuntamiento de Sevilla. Salvo casos muy contados y efectuados de cara a la galería, nadie ha atendido a sus demandas.
De nada sirve.
Desde Sevilla Denuncia haremos una vez más todo lo posible para exigir a las autoridades competentes la solución de un problema que genera muchos otros de gran envergadura.
jueves, 17 de marzo de 2011
Oye, que llegaré un poco más tarde...
Entre la peatonalización de muchas calles (sobre todo en ese maravilloso centro que muchos se empeñan en estropear), la creación del carril bici (nada que objetar aquí) y la doble fila, Sevilla es poco menos que una auténtica trampa para aquellos osados que siguen utilizando el coche como transporte.
Todo este problema se multiplica por tres cuando se contempla cómo los parkings públicos siguen cobrando más de la cuenta. Vamos, lo que se viene llamando la persecución del automóvil en Sevilla.
Con poco más de 700.000 habitantes en la capital, Sevilla es la tercera ciudad española con más atascos. Y eso que no es la tercera ciudad de España con más vehículos matriculados (y menos ahora, cuando las ventas de coches en nuestro país registran números de hace 20 años).
Un 15% de las calles de la capital hispalense sufren atascos a lo largo de cada día. Resultado, a nuestro juicio, de haber solucionado el problema del tráfico en el centro de la ciudad sin pensar en el problemón que se creaba por la periferia del casco antiguo.
Porque los coches no desaparecen de Sevilla, simplemente han sido desplazados, aumentando el problema de los atascos, el cual ya existía.
Según un estudio elaborado por Tom Tom Sevilla es la peor ciudad de España en relación número de habitantes y tráfico de vehículos a motor por la ciudad.
Todo este problema se multiplica por tres cuando se contempla cómo los parkings públicos siguen cobrando más de la cuenta. Vamos, lo que se viene llamando la persecución del automóvil en Sevilla.
Con poco más de 700.000 habitantes en la capital, Sevilla es la tercera ciudad española con más atascos. Y eso que no es la tercera ciudad de España con más vehículos matriculados (y menos ahora, cuando las ventas de coches en nuestro país registran números de hace 20 años).
Un 15% de las calles de la capital hispalense sufren atascos a lo largo de cada día. Resultado, a nuestro juicio, de haber solucionado el problema del tráfico en el centro de la ciudad sin pensar en el problemón que se creaba por la periferia del casco antiguo.
Porque los coches no desaparecen de Sevilla, simplemente han sido desplazados, aumentando el problema de los atascos, el cual ya existía.
Según un estudio elaborado por Tom Tom Sevilla es la peor ciudad de España en relación número de habitantes y tráfico de vehículos a motor por la ciudad.
jueves, 24 de febrero de 2011
La doble fila en Sevilla
Hablar de la doble fila en Sevilla no es nada novedoso. Sevilla pasa por ser la ciudad donde este modus operandi de los conductores adquiere mayor tolerancia por parte de las autoridades y consentimiento por parte del resto de ciudadanos.
Como leí una vez en El Correo de Andalucía esto de la doble fila debería ser considerado un bien de interés cultural.
Porque aparcar en doble fila en Sevilla se ha convertido en un verdadero arte.
Estacionar tu vehículo por toda la cara en mitad de la calzada (que a nadie se le olvide esto) ya no es ni siquiera una tarea fácil de realizar. Es más, en algunos casos los doblefileros se amontonan de tal manera que el propietario del vehículo bien aparcado no puede desplazar en cadena los coches mal estacionados.
Uno pasea por cualquier otra ciudad y se encuentra con que hay ciudades en las que de vez en cuando existen coches estacionados en doble fila (pocas, pero las hay), pero sobre todo con ciudades en las que la doble fila es algo impensable.
En Sevilla hay calles en las que los dos carriles de circulación para vehículos se han convertido en uno solo.
Si no nos creen, den una vuelta por Triana.
O por Nervión.
O por La Macarena.
Da igual.
Es más, incluso hay veces que la doble fila se queda en un problema menor:
Y no estamos hablando de un Jueves Santo en la periferia del centro.
Hablamos de un día cualquiera en determinados puntos de nuestra ciudad.
Porque esto es muy sencillo: si a uno le dejan aparcar en doble fila y nunca le sancionan, el día que se tenga que plantear dejar, aunque sólo sea un momento, el coche el triple fila, lo dejará. Sin duda.
Pero, dentro de la doble fila, hay doblefileros con cerebro y doblefileros egoistas, mal educados o como quieran llamarles.
Los del primer grupo dejan su vehículo estacionado en mitad de la calzada (que a nadie se le olvide esto) en avenidas o calles anchas, donde estorba una barbaridad pero en cierto modo no impide la circulación, la ralentizan.
Los del segundo grupo dejan su coche en donde más le convengan. ¿Que se trata de una calle estrecha? Y a mí qué. ¿Que la calle tiene algo de pendiente? Ya pitarán cuando vean que está el freno de mano echado. ¿Que por aquí pasa el autobús y se va a ver un follón? Ups, lo siento, no me había fijado (Sí claro...).
En los últimos tiempos este gran problema de Sevilla ha adquirido tintes de problemón.
Nadie entenderá como una exageración que en ciertas partes de la ciudad haya momentos en los que hay plazas libres de aparcamiento correcto y multitud de coches en doble fila a escasos metros.
La aparición del carril bici (magnífica iniciativa de la que pronto hablaremos), la supresión de infinidad de plazas de aparcamiento por toda la ciudad, la peatonalización del centro (magnífica iniciativa igualmente, pero podría haberse hecho mucho más ordenadamente) y la no creación de aparcamientos públicos en donde no te vacíen la cartera ha multiplicado por 100 el doblefilismo.
En Sevilla poco menos que se está persiguiendo al conductor de coche, pero esto no es razón para convertir nuestras calles en un amontonamiento de coches.
¿Lo siguiente qué sera? A lo mejor esto...
Como leí una vez en El Correo de Andalucía esto de la doble fila debería ser considerado un bien de interés cultural.
Porque aparcar en doble fila en Sevilla se ha convertido en un verdadero arte.
Estacionar tu vehículo por toda la cara en mitad de la calzada (que a nadie se le olvide esto) ya no es ni siquiera una tarea fácil de realizar. Es más, en algunos casos los doblefileros se amontonan de tal manera que el propietario del vehículo bien aparcado no puede desplazar en cadena los coches mal estacionados.
Uno pasea por cualquier otra ciudad y se encuentra con que hay ciudades en las que de vez en cuando existen coches estacionados en doble fila (pocas, pero las hay), pero sobre todo con ciudades en las que la doble fila es algo impensable.
En Sevilla hay calles en las que los dos carriles de circulación para vehículos se han convertido en uno solo.
Si no nos creen, den una vuelta por Triana.
O por Nervión.
O por La Macarena.
Da igual.
Es más, incluso hay veces que la doble fila se queda en un problema menor:
Y no estamos hablando de un Jueves Santo en la periferia del centro.
Hablamos de un día cualquiera en determinados puntos de nuestra ciudad.
Porque esto es muy sencillo: si a uno le dejan aparcar en doble fila y nunca le sancionan, el día que se tenga que plantear dejar, aunque sólo sea un momento, el coche el triple fila, lo dejará. Sin duda.
Pero, dentro de la doble fila, hay doblefileros con cerebro y doblefileros egoistas, mal educados o como quieran llamarles.
Los del primer grupo dejan su vehículo estacionado en mitad de la calzada (que a nadie se le olvide esto) en avenidas o calles anchas, donde estorba una barbaridad pero en cierto modo no impide la circulación, la ralentizan.
Los del segundo grupo dejan su coche en donde más le convengan. ¿Que se trata de una calle estrecha? Y a mí qué. ¿Que la calle tiene algo de pendiente? Ya pitarán cuando vean que está el freno de mano echado. ¿Que por aquí pasa el autobús y se va a ver un follón? Ups, lo siento, no me había fijado (Sí claro...).
En los últimos tiempos este gran problema de Sevilla ha adquirido tintes de problemón.
Nadie entenderá como una exageración que en ciertas partes de la ciudad haya momentos en los que hay plazas libres de aparcamiento correcto y multitud de coches en doble fila a escasos metros.
La aparición del carril bici (magnífica iniciativa de la que pronto hablaremos), la supresión de infinidad de plazas de aparcamiento por toda la ciudad, la peatonalización del centro (magnífica iniciativa igualmente, pero podría haberse hecho mucho más ordenadamente) y la no creación de aparcamientos públicos en donde no te vacíen la cartera ha multiplicado por 100 el doblefilismo.
En Sevilla poco menos que se está persiguiendo al conductor de coche, pero esto no es razón para convertir nuestras calles en un amontonamiento de coches.
¿Lo siguiente qué sera? A lo mejor esto...
¿Algo habrá que hacer no?
Desde Sevilla Denuncia no estamos animando a la Policía Local a incrementar las sanciones con fines recaudatorios y así perjudicar al personal. Nada más lejos de nuestra voluntad (para eso ya está el ponemultas).
Simplemente intentamos concienciar sobre un problema más en nuestra ciudad.
Para eso estamos.
Intentémoslo. Entre TODOS claro.
jueves, 17 de febrero de 2011
La suerte invade Sevilla
Para estrenar este blog-denuncia vamos a hablar de un tema del que nos han llegado muchas quejas.
No hacía falta, se trata de un problema EVIDENTE en Sevilla. Tal y como ilustra esta foto, aunque sea un tanto desagradable:
Así es: Sevilla es una ciudad cuyo inigualable casco histórico está tufado y ensuciado (nunca mejor dicho) por innumerables excrementos de caballo.
En pleno siglo XXI. En pleno 2011 Sevilla no ha encontrado solución alguna a este problema que empaña la imagen que de Sevilla se tiene fuera. Los turistas así lo atestiguan.
En verdad, me niego a creer que los sevillanos no seamos capaces de dar solución a este problema. Creo que es que se ha pasado olímpicamente de esto.
Con lo fácil y barato que es colocar un pañal en el coche de caballos (véase la imagen de arriba).
El centro de Sevilla se ha convertido en un auténtico campo de minas que tanto sevillanos como turistas tienen que sortear. Más aún con la peatonalización del casco histórico.
Si dicen que pisar una mierda trae suerte, los sevillanos debemos ser los más afortunados del mundo.
O los mayores expertos en esquivar trampas cuales minas antipersona.
¿Tan difícil es?
No.
¿Tanto cuesta atajar el problema?
Por lo visto sí.
Y eso que muchas ciudades europeas ya lo solucionaron hace años.
Sevilla ha dejado de ser ciudad referencia dentro de España desde hace muchos años. Capitales como Bilbao o Valencia le han tomado ventaja. Mucha.
Y de los sevillanos depende volver a colocar a Sevilla donde se merece.
Empezando por las cosas más sencillas.
Como embellecer y limpiar el centro de Sevilla.
El maravilloso centro de Sevilla.
No hacía falta, se trata de un problema EVIDENTE en Sevilla. Tal y como ilustra esta foto, aunque sea un tanto desagradable:
Así es: Sevilla es una ciudad cuyo inigualable casco histórico está tufado y ensuciado (nunca mejor dicho) por innumerables excrementos de caballo.
En pleno siglo XXI. En pleno 2011 Sevilla no ha encontrado solución alguna a este problema que empaña la imagen que de Sevilla se tiene fuera. Los turistas así lo atestiguan.
En verdad, me niego a creer que los sevillanos no seamos capaces de dar solución a este problema. Creo que es que se ha pasado olímpicamente de esto.
Con lo fácil y barato que es colocar un pañal en el coche de caballos (véase la imagen de arriba).
El centro de Sevilla se ha convertido en un auténtico campo de minas que tanto sevillanos como turistas tienen que sortear. Más aún con la peatonalización del casco histórico.
Si dicen que pisar una mierda trae suerte, los sevillanos debemos ser los más afortunados del mundo.
O los mayores expertos en esquivar trampas cuales minas antipersona.
¿Tan difícil es?
No.
¿Tanto cuesta atajar el problema?
Por lo visto sí.
Y eso que muchas ciudades europeas ya lo solucionaron hace años.
Sevilla ha dejado de ser ciudad referencia dentro de España desde hace muchos años. Capitales como Bilbao o Valencia le han tomado ventaja. Mucha.
Y de los sevillanos depende volver a colocar a Sevilla donde se merece.
Empezando por las cosas más sencillas.
Como embellecer y limpiar el centro de Sevilla.
El maravilloso centro de Sevilla.
martes, 15 de febrero de 2011
Un poco de presentación
Sevilla Denuncia pretende comenzar desde hoy 15 de febrero su andadura como un blog de protesta, de denuncia pública donde se ponga en conocimiento de todo el mundo qué va mal en Sevilla, qué se puede y debe mejorar, qué se debe sustituir, cómo se puede avanzar, qué se está haciendo mal, etc...
A día de hoy, Sevilla ha caído en picado como ciudad referencia dentro de España.
Son muchas las razones, pero desde este humilde blog se intentará poner en conocimiento del que quiera desde una señal de tráfico mal colocada, pasando por una acera mal diseñada, hasta el abandono de un parque público o cualquier tipo de problema en cualquiera de los barrios de Sevilla.
Al menos intentaremos que todo lo que pase por nuestras manos llegue a las de todo el que pase por este blog.
Y, ¿quién sabe? Lo mismo alguien con poder suficiente tiene conocimiento gracias a nuestra denuncia y podemos solucionarle un problema, por pequeño que sea, a esta ciudad todavía llamada Sevilla.
Intentémoslo.
Bienvenidos.
A día de hoy, Sevilla ha caído en picado como ciudad referencia dentro de España.
Son muchas las razones, pero desde este humilde blog se intentará poner en conocimiento del que quiera desde una señal de tráfico mal colocada, pasando por una acera mal diseñada, hasta el abandono de un parque público o cualquier tipo de problema en cualquiera de los barrios de Sevilla.
Al menos intentaremos que todo lo que pase por nuestras manos llegue a las de todo el que pase por este blog.
Y, ¿quién sabe? Lo mismo alguien con poder suficiente tiene conocimiento gracias a nuestra denuncia y podemos solucionarle un problema, por pequeño que sea, a esta ciudad todavía llamada Sevilla.
Intentémoslo.
Bienvenidos.
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